miércoles, 4 de enero de 2017

EL RETRATO DE DORIAN GRAY.- Oscar Wilde

Novela escrita por Oscar Wilde, publicada en 1890.

La vanidad narcisista de Dorian Gray es el eje de la novela. Si Narciso muere ahogado en el reflejo de su imagen en las aguas de un lago, Dorian Gray  muere por su propia mano intentando salvar su cuerpo, su belleza física, de la fealdad monstruosa de su alma.

Aunque el autor no pretenda escribir sobre la moralidad ("no hay libro moral o inmoral, solo libro bien o mal escrito")  y toda la novela sea un canto al placer vacuo, acaba dando la lección moral de que no todos los medios valen para satisfacer la búsqueda de la felicidad.

Dorian Gray, joven de excelsa belleza es pintado por su amigo Basil Hallward quien se enamora de su hermosura. En el  estudio del pintor,  Gray conoce a Lord Henry Wotton, amigo de Basil,  un noble de extraordinario ingenio verbal, cínico y hedonista que cautiva la inocencia del joven Dorian.

El cuadro que pinta Basil es magnífico y Dorian Gray piensa que es una pena que el cuadro permanezca siempre bello mientras él envejecerá y perderá su gallardía. Hace un ruego que se cumple, entregaría su alma a cambio de que sea la pintura y no él el que envejezca
Bajo la influencia de Lord Henry se entrega a todos los placeres y a todos los vicios. Mientras Dorian mantiene la frescura de su juventud, el cuadro pintado por Basil recibe las señales de la maldad y la corrupción. Gray irá viendo  en la pintura la descomposición progresiva  de su alma.
Enamora y engaña a Sibyl Vane, joven  y hermosísima actriz a la que lleva al suicidio. Asesina a su enamorado pintor Basil,  quien  pretende salvarle de la perdición a la que está abocado. Alan Campbell, antiguo amigo de desenfrenos, se suicida al involucrarlo en el asesinato del pintor y James Vane, hermano de Sibyl Vane muere al intentar vengar la muerte de su hermana.
Aunque tanta maldad no se refleje en su hermoso y joven cuerpo, su conciencia lo atormenta y comprueba la fealdad de su alma en la pintura. Creyendo que si destruye el cuadro se verá libre de sus pecados, apuñala al lienzo. Un grito desgarrador se oye en la casa, cuando los criados entran en la habitación descubren un magnífico cuadro de Dorian Gray, tal como lo habían visto la última vez, joven y sublime y en el suelo el cadáver de un viejo de rostro repelente, con un cuchillo clavado en el corazón, por sus ropas y sus joyas reconocen el cuerpo deforme de Dorian Gray.


OSCAR WILDE  (Dublín, 1854 - París, 1900)

Escritor, poeta y dramaturgo británico famoso por sus epigramas y su defensa del arte por el arte en sí mismo.
Personaje líder intelectual de su época hasta que cayó en desgracia.

En la cumbre de su fama, Alfred Douglas su amigo y amante quien odiaba visceralmente a su padre, el marqués de Queensberry, obligó al escritor a demandarlo por difamación, pues el marqués lo acusaba públicamente de sodomía, delito penado entonces con prisión. El marqués aportó en el juicio suficientes pruebas de la homosexualidad  de Wilde y éste fue condenado a dos años de trabajos forzados.
En la cárcel escribió una larga carta a Alfred,
De Profundis; reflexiva y emocionante epístola sin rencor y sin prejuicios. Fue publicada por su hijo Vyvyan Holland (antes Vyvyan Wilde) en 1949. 

La mujer de Oscar Wilde cambió el apellido de sus dos hijos y nunca más le permitió verles,  aunque no se divorció.
Cuando salió de la cárcel se hizo llamar Sebastian Melmoth, vivió varios meses con Alfred hasta que sus respectivas familias les amenazaron con no darles más fondos. Murió en soledad a los 46 años, en París, con problemas económicos agravados por su adicción al alcohol.
En mayo de 1995, el gobierno, la corona y el pueblo inglés le rindió un homenaje y Oscar Merlin Holland Wilde, nieto el escritor recibió las disculpas públicas de los descendientes  del marqués de Queensberry.


EPIGRAMAS EN DORIAN GRAY

ü  Sólo los sentidos pueden curar el alma, así como el alma es lo único que puede curar los sentidos.
ü  La única diferencia entre un capricho y una pasión para toda la vida, es que el capricho dura un poco más.
ü  Me interesan las personas más que sus principios, y las que no tienen ninguno, más que nada en el mundo.
ü  No  podemos soportar que los demás tengan los mismos defectos que nosotros.
ü  Los placeres sencillos son el último refugio de los hombres complicados.
ü  ¡El clamor no es más que una cuestión fisiológica!
ü  Los jóvenes se empeñan en ser fieles y no pueden; los viejos tratan de no serlo, y tampoco pueden.
ü  Para recobrar la juventud no tiene uno más que repetir sus locuras.
ü  La fidelidad es a la vida sentimental lo que la consecuencia en las ideas es a la vida intelectual: simplemente una confesión de impotencia.
ü  Los que permanecen fieles no conocen más que el lado trivial del amor; sólo los infieles saben de sus tragedias.
ü  No  podelemos soportar que los demás tengan los mismos defectos que nosotros.
ü  Las pasiones sobre cuyo origen nos engañamos, son las que nos tiranizan más duramente.
ü  A veces, algunas veces, muchas veces quizá, el sastre que llaman Sentido Común viste de prudencia a la cobardía.
ü  Los hijos comienzan por querer a sus padres al hacerse mayores, los juzgan; y a veces, hasta los perdonan.
ü  Cuando la miseria entra cautelosamente por la puerta, el amor entra volando por la ventana. (rehaciendo refranes)
ü  Cuando un hombre se decide a hacer una estupidez, siempre es por los motivos más elevados.
ü  En cuanto a lo de frustrar una vida, sólo se frustra aquello cuyo desarrollo se estaciona.
ü  Las mujeres nos inspiran el deseo de hacer obras maestras, y nos impiden siempre llevarlas a cabo.
ü  No hay más que dos clases de personas que sean realmente sugestivas: las que lo saben todo, y las que no saben nada en absoluto.
ü  Cualquier hombre puede ser feliz con una mujer, mientras no se enamore de ella.
ü  A mí me agradan los hombres que tienen un futuro y las mujeres que tienen un pasado
ü  La vida es demasiado corta para cargar sobre nuestros hombros los errores ajenos. Cada hombre vive su propia vida, y paga su precio por vivirla.
ü  La imaginación es la que pone al remordimiento sobre la pista del pecado
ü  La base de toda maledicencia es una certidumbre inmoral
ü  Claro que la vida conyugal no es más que una costumbre; una mala costumbre. Pero hasta las peores costumbres siente uno perderlas.
ü  Todo lo que se hace muy a menudo llega a convertirse en placer -Este es uno de los secretos más importantes de la vida.
ü  Las cosas de que uno está absolutamente seguro nunca son ciertas.
ü  Para recobrar mi juventud, no hay nada en el mundo que yo no fuera capaz de hacer, menos levantarme temprano, hacer ejercicio o parecer respetable.
ü  La tragedia de la vejez no es ser viejo, sino continuar siendo joven.
ü  La fuerza bruta, todavía se concibe; pero la razón bruta es completamente intolerable.
ü  El placer es el testimonio de la Naturaleza, su signo de aprobación.
ü  Cuando somos felices, siempre somos buenos; pero cuando somos buenos, no siempre somos felices.
                                                                                                                    IR AL ÍNDICE

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